BUENOS AIRES.- Desde hacía años, un caso no causaba tanta conmoción como el que salió a luz en las últimas horas. Un joven de 22 años fue detenido por la Policía en el barrio porteño de Flores y luego se comprobó que era buscado desde hacía tres semanas, acusado de ser el autor de entre 9 y 10 homicidios cometidos en la zona del Barrio Rivadavia 1. El último asesino serial del que se tenga conocimiento es Carlos Robledo Puch, el "Angel Negro", condenado por once asesinatos perpetrados entre marzo de 1971 y febrero de 1972, quien actualmente todavía está detenido en el penal de Sierra Chica.
Para los investigadores, el nuevo asesinado serial, identificado como Marcelo Alejandro Antelo, -conocido con el apodo de "Marcelito"-, había hecho un pacto con "San la Muerte" y por ese motivo cometía los crímenes.
"Le había prometido una muerte por semana para obtener la protección suya y de su familia", dijeron fuentes del caso.
Según trascendió, desde la detención del joven ya declararon ante la Justicia al menos seis testigos y uno de ellos dio detalles del pacto con San La Muerte.
Sobre las acusaciones que pesan en su contra, los investigadores subrayaron que cinco de los crímenes por los cuales se lo buscaba ya le fueron probados, y agregaron que tenía orden de captura por homicidio agravado librada por el Juzgado Nacional de Menores Nº 7 a cargo del juez Enrique Velázquez.
Uno de los principales hechos que se le atribuyen es el homicidio del estudiante de Filosofía Rodrigo Ezcurra, de 27 años, cuyo cuerpo fue hallado en abril en los pasillos del Barrio Rivadavia, con un balazo en el pecho.
El joven detenido fue descubierto "en actitud sospechosa" el último fin de semana por el personal de una brigada de la comisaría 38.
Luego de intentar escapar, cubriendo su huida a balazos, el joven fue requisado y se descubrió que tenía en su poder el arma reglamentaria de un agente de la Policía Federal.
Con los cargadores
Tras las averiguaciones, se supo que se trataba de un individuo que estaba siendo investigado desde hacía tres semanas por personal de la División Homicidios de la Policía Federal.
La detención, de acuerdo con lo indicado, se concretó en Esteban Bonorino y Oceanía, en el barrio porteño de Flores, con la intervención de personal de la comisaría 38.
En su poder, los agentes encontraron -además del arma 9 milímetros de un policía que resultó ser robada el pasado 26 de marzo-, dos cargadores con 13 cartuchos cada uno.
Los otros casos
Los investigadores comenzaron a delinear que aparentemente después de Ezcurra, el joven mató a Pablo Villa, de 27 años, asesinado a balazos el 22 de julio, causa a cargo de la fiscal Alicia Martín. Pocos días después, el 8 de agosto cayó muerto Jorge Mansilla en un episodio que investiga el fiscal Rodolfo Cudicio, quien además interviene en dos hechos de "amenazas y disparos de arma de fuego" contra dos vecinas del barrio Rivadavia II.
En medio de los crímenes de Villa y Mansilla, el 1º de agosto hubo otra muerte violenta en ese barrio, pero se desconoce la identidad de la víctima porque fue calcinada.
El último de los hechos por el que la Policía investiga a "Marcelito" fue un doble homicidio, el de Pablo Zanuik (26) y Marcelo Cabrera (28), quienes fueron asesinados a balazos el 15 de agosto.
La Policía no descarta que el ahora detenido esté involucrado en otros homicidios ocurridos entre 2009 y este año, por lo que la Fiscalía interventora ha solicitado la presencia de testigos que puedan aportar datos para la causa. Según un informe del diario Clarín, hasta que le cayera encima la acusación de asesino serial con motivaciones místicas, "Marcelito", según los propios partes de la Federal, no tenía un prontuario impactante .
A principios de año la brigada de la 38º lo había detenido por manejar un auto mellizo y le inició una causa por "encubrimiento". El informe del Registro de Reincidencia Penal reveló que el 27 de febrero de 2009 había sido declarado "en rebeldía" por un juzgado de Lomas de Zamora.
El portal Infobae agregó que los investigadores del crimen del estudiante Ezcurra buscan un teléfono celular en el que se cree Antelo confesó en una filmación haber cometido ese homicidio y el de otras cuatro personas por una promesa que le hizo a "San La Muerte".
Fuentes policiales aseguraron que, según el relato de testigos, en esa filmación considerada "clave" por los policías, el presunto homicida relató que hizo un pacto con el santo en el cual "pidió dinero y drogas a cambio de matar a una persona por semana". El acusado será indagado en las próximas horas. (DyN-Télam-NA-Especial)